IGLESIA DE LOS SANTOS JUANES. PROFUNDIS

La intervención se circunscribe a la parte afectada por actuación realizada con en el año 1993 y pendiente de remate por problemas surgidos con la empresa contratista, así como la corrección de las patologías surgidas en esta zona desde el año 2001, fecha de la redacción del proyecto.

Como criterio global, la intervención ha pretendido llevar a cabo en apariencia una obra de maquillaje que determine los perímetros de cada una de las piezas como sutiles elementos definitorios. Es decir, los rasgos, el color marrón oscuro, marrón carmelita, en apariencia labor decorativa llevan implícita una intervención más arriesgada, la evacuación de las aguas de pluviales al exterior para evitar las patologías constructivas que de otra manera siempre generan y, a la vez, conseguir una baja necesidad de mantenimiento, casi siempre carente en la arquitectura monumental.

En este afán el desarrollo de la obra, la toma de datos in situ ha permitido dar una solución más lógica para el gran canalón formalizado entre la Iglesia y la Sacristía Nueva dando la vuelta a su pendiente, de manera que el vertido no se produzca sobre la cubierta del Profundis, sino directamente en el atrio de la fachada Sur por medio de una generosa bajante situada en el pequeño quiebro que definen la Iglesia y la Sacristía en su encuentro.