AMPLIACIÓN BODEGA BADEN NUMEN

La situación de la bodega, cercana al Monasterio de Santa María de Valbuena, en el núcleo de población de San Bernardo, ya en su primer edificio dio lugar a una dilatada gestión por su proximidad al entorno del Bien de Interés Cultural BIC, para obtener los permisos necesarios. La conclusión para realizar la primera intervención fue recurrir a las imágenes típicas de los casetones de aperos agrícolas con una geometría elemental de paralelepípedo seccionado por la cubierta a un agua que se prolonga manifestando la estructura a la vez que genera un voladizo que acoge la llegada en coche y donde se significa la entrada tallada en el prisma rectangular con un retranqueo.

La ampliación trata de evolucionar desde la imagen vernácula elemental a una arquitectura más culta, sin perder de vista la premisa ineludible del ajustado presupuesto, unida a la idea de conseguir más con menos. Ahora el crecimiento de la instalación propone una macla entre el antiguo volumen y su ampliación con reminiscencias del clasicismo nórdico.
La familia Niño Toribio tenía el sueño de construir un conjunto de edificios con las viviendas de parte de la familia vinculadas a la bodega, pero la realidad y diferentes circunstancias hicieron que empezásemos por un pequeño casetón de era para ir creciendo a medida que la bodega Baden Numen exige necesidades de crecimiento y prosperidad. Luis Carlos, como cabeza visible de la familia, junto a sus padres y hermanos, han apostado por ello con toda la pasión y dedicación personal consiguiendo situar sus vinos en un nivel de merecida calidad.

La solución arquitectónica, pretende satisfacer los condicionantes expuestos por la Propiedad, que se resumen en la necesidad de crear nuevos espacios como desahogo a la acumulación de todas las funciones de la instalación, entonces concentradas en dos únicas salas.
Para ello, se proyecta ampliar la Bodega con un nuevo cuerpo construido, tipológicamente similar al existente, que hace crecer el edificio en la parte sur de la instalación y permite liberar las naves de producción y crianza actuales para dedicarlas, únicamente, a esos fines concretos.
Ese nuevo volumen, también prismático y con cubierta a un agua, pero de inclinación simétrica a la del edificio actual, con menor altura total y mayor longitud que el existente, se adosa a la fachada sur del edificio actual, respetando las ventanas existentes en la misma y generando los nuevos espacios solicitados. Dichos espacios se conectan, directamente, con los de la edificación existente y con el exterior, de forma que se crean nuevas relaciones entre ellos y otras posibles circulaciones en su funcionamiento, más próximo a la optimización del proceso productivo al que sirven.